Me extrañaría que, nadie, en algún momento de su vida, no haya pensado en el Infierno y el Paraíso, creyente o no. El ser humano no es perfecto, y al final, sus creencias se ven motivadas por las interpretaciones, y más aún en siglos anteriores al nuestro.
Y con este preámbulo, introduzco La Divina Comedia de Dante Alighieri, un libro que desde hace años quería leer pero me resultó imposible (era joven y presuntuoso XD ), pero ahora ¡lo estoy consiguiendo! Tengo que confesar que, sin las explicaciones que vienen en mi ejemplar (Planeta De Agostini. 2002. Biblioteca austral. vol. 29. Traducción de: Ángel Chiclana Cardona) no sabría quién es la mitad de la gente que se menciona en los poemas, porque salvo Judas, Lucifer y algunos más, todos son coetáneos de Dante y, sinceramente, la política de Florencia en 1300 no es mi fuerte.
Por cierto, quien espere poesía, que se olvide, la traducción no está hecha así. al menos en mi libro. Para eso, buscad
un ejemplar en italiano :)
La primera sorpresa cambió lo que creía saber sobre el libro: no es una novela, sino un poema, divido en cantos según vas avanzando en la historia, un total de 100. La segunda llegó tras leer el índice, comprobé que no sólo habla del Infierno, sino del Purgatorio y el Paraíso. Cada uno de estos tres niveles tiene 33 cánticos. Y yo pensando que sólo iba a leer sobre llamas y fuego.
¿Un resumen? Podría deciros que el poema cuenta cómo Dante intenta llegar hasta su amada Beatriz en el Paraíso, ayudado por el poeta Virgilio. Éste último, pobre de él, ya que nació antes de la llegada de Jesucristo y, a pesar de la razón, no fe capaz de llegar a la conclusión de una existencia de Dios y fe en él, ha quedado atado al Limbo. Pero desarrollaré un poco más en el siguiente Post.
Como curiosidad, quien no quiera leer, siempre puede ver un manga bastante animado, repleto de acción. Aquí os dejo el trailer:
Seguiré leyendo estos días y os comentaré alguna maravilla de esta obra. ¡Permaneced atentos!