domingo, 4 de diciembre de 2016

Zorrastrones: rateros y estafadores

Buenas a todos.

Voy a dedicar una breve entrada al que hasta ahora es, mi ejemplar más antiguo (1821): Historia de zorrastrones. 

No os voy a engañar, me dejé seducir por el título, pensando en otra cosa, y me picó la curiosidad. No, no hay buenas historias que tengan que ver con paños menores, pero me sorprendió tener entre mis manos lo que es una recopilación de casos reales de hurtos, engaños y estafas ocurridos en Francia en el siglo dieciocho, de hecho, la palabra zorrastrón significa "pícaro, astuto, disimulado y cauteloso". 

Aunque debería incluir hijos de pxxx, porque, de momento, de los pocos que he leído, uno de los menos llamativos fueron dos tipos que, al morir un amigo suyo, dejaron su cadáver en el baño mientras uno de ellos se hacía pasar por el muerto, muy enfermo, para llamar a un notario de la época para cambiar el testamento a su favor, En cuanto lo hicieron, colocaron de nuevo al cadáver en la cama y, poco después, notificaron su muerte.


Queda decir que en el libro se cuenta que al final descubrieron el engaño y fueron "sentenciados". Dejémoslo ahí, por jetas.

Mi chiquitín es muy difícil de encontrar (me costó un mundo dar con él, de casualidad, en subasta), pero si tenéis curiosidad, podéis echarle un vistazo en google books AQUÍ. Y oye, quién sabe si podéis usar alguna de las historias en vuestro beneficio... el pasado es nuestro maestro. 

 ¡Saludos!

lunes, 7 de noviembre de 2016

Un tesoro en el corazón de Cantabria : Carmichael Alonso

Buenas a todos.

Sí, estoy de acuerdo. Que sí, que hay países increíbles como Irlanda o Escocia, sus prados, castillos e iglesias. Insisto, que te reconozco que la naturaleza de Costa Rica es impresionante, y en efecto, la gastronomía francesa e italiana son magníficas. Pero España tiene de todo eso, y está más cerca.

Alastair Carmichael
Y si disfrutas del libro antiguo, debes conocer este secreto: hay un lugar recóndito en Lloreda, en Cantabria, donde te sientes como en casa, porque estás en casa. Y el librero y anfitrión, Alastair Carmichael, no puede ser más amable. En mi rol de bibliófilo neófito (así me describí cuando me explicó que no estaba acostumbrado a que le visitara gente tan joven, gran piropo por cierto), disfruté como un loco en su librería, cálida y acogedora, repleta de ejemplares de diferentes temáticas, autores y siglos. "Yo voy arriba, mira lo que quieras, cuánto necesites", me dijo el bueno de Alastair. Resultado: hora y media buceando en ese mar de papel. ¿Dónde te dejan hacer eso? Las habitaciones dan lugar a pasillos con recodos repletos de más y más libros. "Son 23 años de trabajo", me dijo.





Y... ¡sorpresa! ¡Una imprenta, la madre de aquellos pequeños! Mi anfitrión me explicó que también realiza trabajos de encuadernación: ahora prepara una edición del dramaturgo español Leandro Fernández de Moratín, Apuntaciones Sueltas de Inglaterra, uno de sus textos menos conocidos, publicado de manera póstuma a mediados del XIX. Es una serie de apuntes y artículos sobre la Inglaterra que encontró en 1792: borracheras de los ingleses, el tamaño de los pies de las inglesas, cómo un inglés toma el té de manera civilizada... Por supuesto, Alastair nos explicó un poco de cómo trabajaba con su imprenta, y que poco difería con la de Gutemberg, como podéis comprobar en este enlace. Por cierto, en el pasado ya imprimió ejemplares de Los seis poemas galegos de Lorca, como podéis leer aquí

Y además de todo esto, el señor Carmichael dio unos consejos a este humilde servidor: "no te conformes con cualquier ejemplar, busca lo mejor", "no colecciones por coleccionar, da un sentido a tu biblioteca, encauzala en una dirección", o "no sólo existe Gustavo Doré, expande tu mundo".

Por supuesto, adquirí un ejemplar, Dos novelas en una: "Los hidalgos de la muerte" y "La sacerdotisa de Vesta", de Antonio San Martin, 1873, editorial Urbano Manini. Si queréis echar un vistazo a todos sus libros, podéis acceder a la web en este enlace, incluso descargaros sus catálogos.

Gracias por todo señor Carmichael, espero verle muy pronto. Y vosotros que leéis, animaos a ir al norte, degustad anchoas, y por supuesto, visitad ese tesoro llamado Carmichael Alonso.
¡Saludos!

jueves, 20 de octubre de 2016

Un físico poco conocido : AMADEO GULLEMÍN

Buenas a todos.

Aprovechando la feria del libro antiguo de Madrid, buscando y rebuscando entre la gran cantidad de ejemplares que ofrecían las 37 casetas de sus libreros asociados, di con unos volúmenes preciosos que andaba buscando desde hace mucho tiempo : EL MUNDO FÍSICO de Amadeo Guillemín. Este escritor, periodista y científico francés nació en Pierre de Bresse, en 1826 y falleció en 1893. Escribió numerosas obras científicas de física y astronomía muy populares en su tiempo, pero esta que os comento fue quizá la más importante.

En España, la edición más bella que he tenido la ocasión de ojear de El Mundo Físico han sido las de Montaner y Simón entre 1882 y 1883, una edición de lujo en tamaño folio de 5 volúmenes ilustrados hasta la saciedad (magnífico).





Tengo que reconocer que le precio de estos ronda los 350 € (para mi gusto, barato, pero si me dejo ese capital será en otro ejemplar distinto), pero he aquí que los de Montaner eran listos, y encontré otra impresión y encuadernación en gran folio, en tres volúmenes, que habían pertenecido a alguna biblioteca (cada volumen venía con una pequeña pegatina identificativa en el lomo), en piel, preciosos, a un precio razonable: 125 euros que me rebajaron a 100 (gracias, Librería anticuaria Jerez), buen negocio.

Si podéis echar el guante a esta obra, sobretodo si os gusta la ciencia, os lo recomiendo encarecidamente. Y creedme si os digo que "busca y encontrarás". 

¡Saludos!

domingo, 18 de septiembre de 2016

Como desprestigiar a la Iglesia y los masones a la vez: LEO TAXIL

Buenas a todos.

¡Qué pena! Las vacaciones han acabado y ya estamos de regreso al cole (en mi caso, al trabajo). Pero no todo es malo, vuelvo al mundo del blog, al mundo de la búsqueda del libro que me excite la curiosidad.

He terminado un poco saturado de novelas (Walter Scott se ha convertido en un compañero de vacaciones), y he pensado que debía variar un poco, quizá aprender cosas de nuestra historia, y que mejor que informarme sobre uno de esos grupos al que siempre se hace mención en multitud de documentales: los masones. ¿Institución, secta...?  

Cotilleando por internet, me decanté por un ejemplar muy sugerente: "Misterios de la Franc-masonería", por un tal Leo Taxil, edición de 1887, alrededor de 300€. "Antes de comprar, investigaré un poco", me dije, porque... ¿quién era ese tal Taxil?



Con las cosas que he encontrado, no entiendo como nadie no ha podido rodar una película, porque el argumento es apasionante. Os cuento:


Léo Taxil era un joven anticatólico (de hecho había escrito y publicado varios libros contra la iglesia) que deseaba formar parte de la orden de los masones. Lo logró en 1881, pero su paso fue efímero, ya que sólo diez meses después de su ingreso, fue acusado de plagio y expulsado, algo que obviamente no le gustó.


Tras la publicación de la encíclica Humanum genus por el Papa León XIII en 1884, en la que afirmaba que "el reino de Satanás estaba bajo la guía y el auxilio de la masonería", Taxil vio una oportunidad excelente para ridiculizar a la Iglesia católica, y a la vez vengarse de la masonería por su expulsión.

En 1885, Taxil fingió convertirse al catolicismo, mientras, en secreto, inventaba una orden masónica satánica de nombre Palladium, cuyo objetivo principal sería dominar el mundo (poca cosa). El objetivo de Taxil era denunciar tal orden, revelando los secretos y acciones de la sociedad.

Continuó acusando a la masonería, en este caso de ser una secta satánica que dedicaba su culto a Bafomet, y para hacerlo todo más creíble, mezcló elementos masónicos verdaderos y otros de su invención. Además, Taxil escribió varios libros exponiendo estas tesis (el libro por el que me interesé) en la que incluía supuestos testimonios que afirmaban la vinculación entre masonería y satanismo. En unas de estas obras, Taxil introdujo un nuevo personaje, Diana Vaugham, supuesta descendiente del alquimista Thomas Vaughan, de la secta de los rosacruces. El libro contenía historias ¡sobre supuestas reuniones que mantenía con diablos rojos! (Se me ocurren chistes sobre el Manchester United, pero hoy no toca fútbol)

Con todo esto, los católicos, con León XIII a la cabeza, se declararon admiradores de su obra, y éste último le pidió que escribiese más libros, siendo financiados por el mismo Papa. Vieron en Taxil el arma perfecta contra la masonería. Taxil continuó publicando libros y artículos contra los masones, provocando un daño terrible a la orden.

Culto a Bafomet
Leo continuó con su farsa hasta el 19 de abril de 1897, en una conferencia de prensa. Como todo un caballero, agradeció a quienes le habían ayudado a divulgar sus conocimientos; después, como quien no quiere las cosas, declaró que tanto Diana Vaughan, como Baphomet, El Palladium y tantas cosas más, iban a morir esa misma noche, pues él mismo las había inventado y ya no seguía el juego.
Confesó que sus revelaciones sobre los masones eran ficticias y agradeció al clero por su contribución al darle propaganda y fondos para sus publicaciones.

Imaginad el escándalo. La policía se vio obligada a intervenir para proteger al autor. Taxil había logrado difamar a los masones y ridiculizar a la Iglesia católica a la vez. Esto provocó la más grande de las cóleras en aquel mismo acto teniendo que abandonar el edificio por la puerta trasera. Tras aquella confesión, Taxil abandonó la vida pública. Falleció el 31 de marzo de 1907.

La historia es de coña, y si quisiera hacer un resumen sobre lo que a mi me interesó desde el principio, este sería: el libro es FALSO, es un conglomerado de pantomimas satánicas y de gente que no existió. Quizá como amante de la historia, su obra tendría valor, pero yo busco conocimiento, y ese libro, no lo aporta, al menos en el tema de la masonería, porque lo que es como anécdota histórica, he dado con una.

Y de las buenas.

martes, 28 de junio de 2016

El escarabajo de oro - Relatos de Poe (IV) ¡con piratas!

Buenas a todos.

Antes de irme de vacaciones, voy a hablaros de otro buen relato de Edgar Allan Poe, en el que los tesoros piratas cobran protagonismo: EL ESCARABAJO DE ORO, publicado por primera vez en junio de 1843, después de que Poe ganase el concurso de relatos cortos convocado por el periódico Philadelphia Dollar Newspaper, dotado de 100 dólares, probablemente la mayor suma única jamás recibida por Poe, por cualquiera de sus obras. Además, reimpresiones posteriores en otros diarios hicieron del relato el cuento corto de Poe más leído durante toda su vida. 

Como resumen:
Júpiter, sirviente de William Legrand, cree que su amo se ha vuelto loco debido a la mordedura de un escarabajo dorado, y acude a buscar ayuda a un amigo íntimo de su amo (el narrador de la historia), quien se compromete a visitarlos. Al llegar, Legrand involucra a ambos en una aventura en la que parece que éste se ha vuelto loco, visitando lugares guiados supuestamente por el escarabajo. La aventura es la búsqueda de un tesoro pirata.

La parte más interesante en este relato de Allan Poe es el uso de la criptografía, el mapa que conduce al tesoro está cifrado. Por aquel entonces, la criptografía era muy popular y se la consideraba un misterio, y los que conseguían descifrar códigos, se los consideraba superdotados. El mismo Poe, antes de publicar el escarabajo de oro, desafió a los lectores del periódico a que le enviaran cartas cifradas como la que muestro, alardeando que sabría descifrarlas todas (olé sus cojxxxx).



Una curiosidad: un niño llamado William F. Friedman se interesó en la criptografía tras leer la obra de Poe, interés que más tarde lo llevó a descifrar el código PURPLE, en el Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, y fue reconocido como el criptógrafo más importante de Estados Unidos,

Capitan Kidd, pirata que
enterró "el tesoro de Poe" 
Y también he leído que, como con Conan Doyle, Poe inspiró a otro gran autor, Robert Louis Stevenson, para su novela La Isla del Tesoro (1883). Stevenson reconoció esta influencia:“ Me recree en la galería del Sr. Poe ... Sin duda, la estructura [en mi novela] proviene de Poe.”

Pero no todo resultó un éxito. La caracterización del siervo Júpiter ha sido criticada como racista desde una perspectiva moderna, especialmente porque su discurso, su manera de hablar, está escrita en el registro afroamericano y a lo cómico de su diálogo. Es cierto que le falta decir “sí, bwana”, pero en aquel tiempo era algo normal.

He comprobado que existen dos películas sobre “el escarabajo de oro”, una española de 1999 y otra argentina de 2014. Sinceramente no he visto ninguna, ni voy a recomendarlas. En cambio, sí que os aconsejo que, si en la playa estas vacaciones, veis una botella con un papel o pergamino, echadle un vistazo por si acaso, no sea que unas moneditas de oro anden muy, muy cerca.

¡Saludos!

domingo, 5 de junio de 2016

Los asesinatos de la calle Morgue - Relatos de Poe (III) El predecesor de Sherlock Holmes

Buenas a todos.

Continuando con el mundo de Edgar Allan Poe, creía conveniente leer algunos de sus famosas novelas y relatos policiales. Así que, recabando unos cuantos datos, me decidí finalmente por LOS ASESINATOS DE LA CALLE MORGUE. ¿Y por qué?

 Os respondo que por dos razones: uno, se la considera la primera novela policial, y dos, aparece el personaje C. Auguste Dupin, un detective  que vive en París con su cercano amigo, el anónimo narrador de las historias. Dupin es aficionado a los enigmas, acertijos y jeroglíficos, y es retratado como una deshumanizada máquina de pensar, tan sólo interesado en lógica y en el método deductivo, y que investiga (en el caso de la calle Morgue los asesinatos de una madre y su hija) sólo por entretenimiento. De hecho, en el relato del que hablamos, rechaza una recompensa. ¿Todo esto o suena? Si no os hubiera dicho que el personaje se llama Dupin, todos pensaríais en Sherlock Holmes.


Elemental querido lector, el personaje sirvió como prototipo para muchos otros que fueron creados más tarde, incluyendo a Sherlock de Arthur Conan Doyle y al famoso Hércules Poirot de Agatha Christie. De hecho, Conan Doyle dijo sobre los relatos policiales de Allan Poe: “Cada uno es una raíz de donde se ha desarrollado una literatura completa. ¿Dónde estaban las historias de detectives hasta que Poe sopló sobre ellas el aliento de la vida?”.  Conan Doyle debía sentir cierta devoción por Allan Poe, ya que en su primera historia de Holmes, “Estudio en escarlata”, incluyó una cita como homenaje: el Doctor Watson compara a Holmes con Dupin, a lo que este responde: "no hay duda de que crees que estás halagándome... En mi opinión, Dupin era un tipo bastante inferior”.

Antes de pasar a contar la trama de “Los crímenes de la calle Morgue”, Poe dedica varios párrafos a aquellas facultades mentales que suelen considerarse como analíticas y, como suelo decir, un resumen muy breve que no tiene pérdida, sería el siguiente:

La historia gira en torno al brutal asesinato de una madre y su hija en la rue Morgue, una frecuentada calle parisina. Las investigaciones policiales no consiguen obtener pistas a lo que parece un macabro acto demoníaco, al no encontrar explicación alguna, a pesar de la ayuda de los numerosos testigos. El asesinato no tarda en convertirse en noticia, y entonces, Auguste Dupin, un detective aficionado, comienza a buscar indicios y a relacionar datos con el fin de develar este misterio, ayudándose de su ingenio y sagacidad. Fin. ¡No puedo desvelar más! Y si queréis un resumen completo, seguro que podéis encontrarlo en otro sitio.

Tengo que reconocer que el final del relato me dejó un poco frío, por el asesino y los motivos, y sobre todo por una estructura que estoy percibiendo en este estilo de novela en aquella época. Normalmente las investigaciones avanzan, y con cada descubrimiento o pista BIEN EXPLICADA AL DAR CON ELLA, se da un paso en la dirección indicada, en cambio en los asesinatos de la calle Morgue no es así, sino que casi se pasa a la solución del enigma y se ofrece una descripción posterior y explicación de los hechos por parte del detective bastante extensa.

Para los reacios a leer, os vuelvo a ofrecer opciones televisivas. Reconozco que sólo conocía la actual “El enigma del cuervo”, con John Cusack como Poe, en los que se hace alusión a los asesinatos de la calle Morgue, pero sobre el relato en sí he leído que existen varias adaptaciones: en 1932 (con Bela Lugosi), en 1971, 1986 con un reparto de lujo (George C. Scott, Rebecca De Mornay, Ian McShane o Val Kilmer)

Este es el tercer relato que llevo de Allan Poe, y ya os avanzo que seguiré la saga de este autor con EL ESCARABAJO DE ORO.

¡Un saludo!




lunes, 23 de mayo de 2016

El pozo y el péndulo - Relatos de Poe (II)

Buenas a todos.

He permanecido un tiempo en standby, esperando a que me entregaran mi ejemplar de Edgar Allan Poe Historias extraordinarias, de Arte y Letras. Lo llevé a restaurar a una especialista en el tema llamada Ana Jessen, de la que hablaré en otro post, y ahora que ha rejuvenecido como si le hubieran inyectado botox, puedo comentaros otra maravilla que recomiendo leer encarecidamente: EL POZO Y EL PÉNDULO, publicado en 1842, otra obra maestra del terror.



Un resumen muy breve que no tiene perdida, sería el siguiente:

Un condenado va a ser torturado por la Inquisición. Abandonado en una extraña sala en la más completa oscuridad, espera que llegue su hora, la cual, misteriosamente, no llega. Tanteando el lugar en el que ha sido encerrado, descubre por accidente un pozo en el suelo, quizá como vía rápida para acabar con su sufrimiento, pero no lo utiliza. Tras ese acontecimiento, recibe agua por parte de sus carceleros que no duda en beber. Envenenado, cae desmayado, y al despertar se encuentra sobre una fría mesa, atado de pies y manos, con la compañía del afilado y fatal péndulo, que se acerca a él, lento, muy lento, y sin ninguna pausa.

Hay que destacar que el terror y dolor que siente el protagonista de la obra es psicológico, mucho más intenso que el físico, y teniendo en cuenta que el pobre desdichado es una víctima de la Inquisición, podía esperar auténticas barbaridades, pero Poe se olvida de la sangre y demuestra su dominio sobre el lenguaje y las técnicas narrativas más efectivas, para involucrar y hacer sentir al lector como un testigo directo de los agobiantes pensamientos y experiencias sufridos por el narrador, porque el protagonista, desde el principio, sabe lo que va a suceder, es consciente en todo momento que va a morir. La ansiedad, el abandono, el horror, la angustia, el vacío… son expuestos con todo detalle, y lo peor, si te involucras un poco, llegas a experimentarlos tú mismo.

No sabía quién había sido el creador de esta tortura literaria del péndulo, pero por fin di con el señor Allan Poe. También desconozco cuántas veces ha sido utilizado el recurso de este péndulo en libros o cine, yo por ejemplo recuerdo la película de Saw. Investigando un poco, la tortura real del péndulo de la Inquisición consistía en la dislocación de los hombros mediante la rotación violenta de los brazos hacia atrás y arriba. Se cuelga a la víctima por las manos, que han sido atadas a su espalda. La agonía se podía estimular mediante pesas agregadas progresivamente a los pies, hasta que al fin el esqueleto se desmembraba. Horrible.



Y no pienso destripar más. Leed el relato, ¡que no llega a veinte páginas!. Y si no tenéis ganas, ya sabéis: tirad de celuloide. En 1961 se filmó la película The Pit and the Pendulum, con el conocido Lance Henriksen (el androide Bishop en Aliens, el regreso) representando el papel de Torquemada.

¡Un saludo!

lunes, 25 de abril de 2016

El gato negro - Relatos de Poe (I)

¡Hola a todos! 

No sé vosotros, pero yo siempre he sido más de perros que de gatos, pareciéndome estos últimos un poco traicioneros (algún arañazo me llevé de pequeño). Y fijaos, aunque ya comenté en mi anterior post de Allan Poe que era amante de los felinos (Caterina, su gata, se deprimía cada vez que él viajaba y cuando Poe murió, ella también), uno de sus relatos más tenebrosos tiene precisamente como protagonista a los mininos: EL GATO NEGRO, publicado en el periódico Saturday Evening Post de Filadelfia en su número del 19 de agosto de 1843. Ésta será la primera lectura de un buen puñado de ellas (aprovechando que tengo un recopilatorio XD ). 


Sólo necesité una mañana para acabar con esta historia de final sorprendente. Corta y de fácil lectura, la ventaja de su brevedad intensifica el efecto. Como con el Mercader de Venecia, no voy a resumir la obra, pero una breve sinopsis sería la siguiente: un joven matrimonio lleva una vida tranquila, con un gato negro como mascota, hasta que el marido empieza a dejarse arrastrar por la bebida, volviéndose irascible, y, en un ataque de cólera, acaba con la vida del animal. Todo va a peor, con el protagonista convirtiéndose en un monstruo por momentos, y con la aparición de un segundo gato negro. La escena final del relato, sorprendente al igual que tétrica, ha dado pie a multitud de artistas a la hora de ilustrar los volúmenes de cuentos. Una pena no poder colgar ninguna, pues podríais descifrarlo.

En Europa, las supersticiones sobre el gato son muy similares, el gato negro puede traer buena o mala suerte dependiendo del lugar y la circunstancia de su encuentro. Y en el caso de significar mal agüero, el animal pierde el supuesto carácter de maldad si tiene un lunar blanco en alguna parte del cuerpo (cosa que ocurre en esta obra). Conociendo un poco la vida de Allan Poe (echad un vistazo a un post previo que escribí), se podría concluir que el gato negro es un relato parcialmente autobiográfico, representando el triángulo que formaban en su hogar él mismo, su mujer, Virginia Clemm, y el gato real, Catarina.

Para los que no les apetece leer, siempre queda la opción del séptimo arte, en una película de Bela Lugosi y Boris karloff, en español titulada Satanás. Yo, al fin conseguí hacerme con el ejemplar que buscaba de Arte y Letras, muy chulo, en el que vienen otros relatos que tengo ganas de leer, como el escarabajo de oro o doble asesinato en la calle morgue. Mi biblioteca empieza a crecer.




¡Animaos a leer cositas de este gran autor! Es muy fácil hacerse con un ejemplar actual que recopile su material. Y creedme, Poe era muy bueno.

lunes, 18 de abril de 2016

"Algunos hombres buenos" en el Mercader de Venecia


Hola a todos.

Cierto es. ¿Algunos hombres buenos, la película de Tom Cruise y Jack Nicholson, relacionada con Shakespeare? Ciertamente. Soy un gran fan de las películas de juicios, y por ello, voy a hablar de una novela con uno, un drama de esos que siempre he querido leer y por fin lo he hecho (también ayuda que en Madrid representen la obra de teatro en repetidas ocasiones): EL MERCADER DE VENECIA.

El juicio
El argumento de esta obra, escrita entre entre los años 1596 y 1598, muy resumido, es el siguiente:

Bassanio, un joven que pretende conseguir el amor de una rica y huérfana Porcia, necesita la ayuda de su amigo Antonio, mercader de Venecia: una cantidad de dinero suficiente para presentarse ante la rica heredera como un marido con futuro (a pesar de que la muchacha requiera una prueba “distinta” de amor). Desgraciadamente, en ese momento Antonio no dispone de capital, salvo la inversión en sus barcos que están inmersos en largos viajes. Con esto, Antonio antepone la amistad de su amigo a su propio interés, y solicita un crédito al usurero judío Shylock. Como éste último no cree que vaya a poder devolverle el crédito, a modo de pago solicita una libra de carne de Antonio, en caso de impago, en principio de manera simbólica, como muestra de buena voluntad.
Hasta que el judío pone los puntos sobre las íes al sentirse avergonzado por una gran ofensa y reclama el pago de la deuda, y exige esa libra de carne, que llevaría a la muerte a Antonio.

No cuento más, bastante sinopsis he hecho ya.

En el mercader de Venecia existe uno de esos momentos cumbres, un golpe de efecto de los que te sacan un sonrisa pensando “qué cabxxn”, desde un punto de vista jurídico. De hecho, queda demostrada la sentencia latina “Summum ius summa iniuria “, esto es, demostrar que una aplicación rigurosa del Derecho puede conllevar una gran injusticia. Personalmente, me encanta la frase “Me llamásteis perro sin tener ningún motivo, pues ya que soy un perro, temed por mis mordiscos”. La verdad es que, la lectura es amena, y no precisamente larga, unas cien páginas, así que, en una tarde, podéis zamparos un clásico.

Una curiosidad de esta obra es que Shakespeare inventó el nombre de “Jessica”, hija del judío Shylock (guiño, guiño), y también inventó  la expresión “No es oro todo lo que reluce”. 
Por cierto, si eres de los que se aburre leyendo ciertas obras, como casi siempre, se puede recurrir al cine. En 2004 se rodó una película con Al Pacino en el papel de Shylock y Jeremy Irons en el de Antonio. Con estos actores, habrá que verla.

Es una pena, pero no he encontrado demasiados libros antiguos sobre el mercader de Venecia, salvo en recopilatorios de obras de Shakespeare. Como siempre, he tirado de mis ejemplares de la Biblioteca Arte y Letras, donde tengo la obra con unas ilustraciones bastante chulas.








Bueno, creo que por hoy hemos tenido una buena ración, no sé si tanto como una libra de carne (en la vaca Argentina seguro que podría intentarlo). ¡Hasta la siguiente!

miércoles, 23 de marzo de 2016

Allan Poe (de drogadicto a héroe en cuestión de siglos)

Buenas a todos.

John Cusack en El enigma del cuervo
El otro día vi la película El enigma del cuervo, (ESTE BLOG ES DE LIBROS, NO DE CINE, PERO VOY A HACER UN SPOILER) con una interpretación magistral de John Cusack, y por los créditos iniciales, se suponía que la muerte de su personaje podía haber sido tal y como lo narran, y quise saber más. Investigando un poco descubres cosas muy interesantes. Con esto, pretendo dar cabida en mi blog a un autor que ahora está muy de moda, pero que en su tiempo fue tachado de drogadicto, alcohólico, loco, oscuro y muchas más cosas. Esta historia no sé por qué se repite tanto. Qué narices, claro que lo sé: la envidia. 

Este gran autor del que os hablo es Edgar Allan Poe, el para algunos creador del género policíaco. 

Allan Poe

El 3 de octubre de 1849, Poe fue hallado en las calles de Baltimore en estado de delirio, fue trasladado por su amigo James Snodgrass al Washington College Hospital, donde murió el domingo, 7 de octubre. La leyenda, recogida por Julio Cortázar y otros autores, cuenta que en sus últimos momentos invocaba obsesivamente a un tal Reynolds y que al expirar pronunció estas palabras: "¡Que Dios ayude a mi pobre alma!". Todo esto está recogido en la película, y podría hacer referencia al explorador polar que había servido de referente para su novela de aventuras fantásticas La narración de Arthur Gordon Pym, Cuando murió contaba apenas cuarenta años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a congestión cerebral, cólera, drogas, fallo cardíaco, rabia, suicidio, tuberculosis y otras causas

Griswold
Por lo que he leído, la clave de la fama (mala fama) de Poe se da entre 1841 y 1842. Poe había trabajado como redactor jefe del Graham’s Magazine, logrando aumentar la tirada de la revista y la popularidad entre los lectores, pero era tan irregular en el cumplimiento de sus obligaciones laborales que, finalmente, el editor y propietario se vio obligado a sustituirlo por Rufus Wilmot Griswold. A partir de los dicterios de Griswold, la imagen del escritor deambuló por la historia literaria cubierta con el velo de los tópicos de uno u otro signo, hasta convertir a Poe en un personaje tan espectral como sus criaturas literarias. Griswold se recreó en su indignación hacia Poe en sus escritos, incluso llegó a negar que alguna vez fueran amigos (aunque lo fueron). Cuando las palabras contra Poe de Griswold llegaron hasta el poeta Charles Pierre Baudelaire éste se preguntaba: “¿No hay en América ordenanzas policiales que prohíban a los perros la entrada a los cementerios?”.

Baudelaire fue un gran admirador de Poe y le dedicó tres ensayos a lo largo de su vida. Fue él quien lo hizo famoso en Europa, con su traducción de la obra de Poe. En una ocasión dijo Paul Valéry que Poe hubiera sido olvidado en su patria si Baudelaire no lo hubiera evitado. Y es que Baudelaire veía en Poe un “maldito”, como él mismo. Poe nombró ingenuamente ejecutor (albacea) de su testamento literario a Griswold quien, una vez muerto Poe, escribió atrocidades sobre su “amigo”, al que traicionó, acusándolo de depravación, dipsomanía, drogadicción…

No sólo Baudelaire defendió a Poe. Sir Arthur Conan Doyle dijo “Si cada autor de una historia en algo deudora de Poe pagase una décima parte de los honorarios que recibe por ella para un monumento al maestro, se podría hacer una pirámide tan alta como la de Keops. (De un artículo, 1909)”. La calificación de autor maldito funda, para Baudelaire su gloria, aunque, para otros, sea su condena, y lo que ha provocado generalmente que la obra del autor se vea reducida a biografías literarias, narraciones extraordinarias o una sucesión de anécdotas sórdidas o morbosas.

Sobre la importancia de Poe, hay que comprender que la génesis de la novela policíaca tiene cabida gracias a sus novelas. Los crímenes de la calle Morgue (1841), El misterio de Marie Rogêt (1842-1843) y La carta robada (1844) fueron protagonizadas por Auguste Dupin, el primer detective de ficción, que sirvió de modelo a uno de los personajes arquetípicos del género, el detective Sherlock Holmes, crímenes en principio irresolubles, en una atmósfera de terror casi sobrenatural en la que el inteligente detective (más bien, aficionado a lo detectivesco, como Sherlock Holmes) consigue resolver a base de su infalible método analítico, basado en la observación y la inferencia. 

Aquí dejo una lista de algunas de sus conocidas obras:
El cuervo, ilustrado por Doré

"Metzengerstein", 1832.
"Manuscrito hallado en una botella" ("MS. Found in a Bottle"), 1833.
"La caída de la Casa Usher" ("The Fall of the House of Usher"), 1839.
"El hombre de la multitud" ("The Man of the Crowd"), 1840.
"Un descenso al Maelström" ("A Descent into the Maelström"), 1841.
"Los crímenes de la calle Morgue" ("The Murders in the Rue Morgue"), 1841.
"La máscara de la Muerte Roja" ("The Masque of the Red Death"), 1842.
"El pozo y el péndulo" ("The Pit and the Pendulum"), 1842.
"El escarabajo de oro" ("The Gold Bug"), 1843.
"El misterio de Marie Rogêt" ("The Mystery of Marie Roget"), 1843.
"El gato negro" ("The Black Cat"), 1843.
"El corazón delator" ("The Tell-Tale Heart"), 1843.
"La caja oblonga" ("The Oblong Box"), 1844.
"La carta robada" ("The Purloined Letter"), 1844.
"El demonio de la perversidad" ("The Imp of the Perverse"), 1845.
"La verdad sobre el caso del señor Valdemar" ("The Facts in the Case of M. Valdemar"),1845.
"El sistema del Dr. Tarr y el profesor Fether" ("The system of Dr. Tarr and Prof. Fether")1845

He encontrado tres anécdotas que me resultan muy curiosas, pero claro, siempre visto desde el punto de vista del Allan Poe drogadicto y alcohólico, imagen distorsionada que hemos visto antes: (1)A pesar de su oscuro cuento sobre un gato negro y maligno, Poe amaba a los gatos. Caterina, la gata que le hacía compañía, se deprimía cada vez que el viajaba y cuando él murió, ella también. (2) Se cree que este autor aprendió a leer y a calcular a través de las lápidas del cementerio, pues su padre adoptivo tenía un negocio de ellas, entre otros muchos más. (3) Aunque en las fotos no se nota, Poe era muy atlético y tenía el récord de nadar casi 10 kilómetros a contra corrinente por el río James (Virginia)


Me ha costado un mundo encontrar libros que merezcan la pena en español, salvo lo que podría llamar “de consumo”, encuadernados de manera pobre, y lo que más encuentro son obras completas o recopilatorios modernos. Como siempre, uno de los más bonitos que he visto (reconozcámoslo, lo mío es obsesión) es el de la colección Arte y Letras. Conozco su existencia, pero no he encontrado de momento tienda que lo tenga a la venta. ¿Será una leyenda como la muerte de Poe? Seguiré investigando como él habría deseado, aunque aquí el método deductivo no tendrá tanto peso como los contactos o el bolsillo. 

Supongo.

miércoles, 9 de marzo de 2016

El secreto del museo (o el fantasma de Montaner y Simon)

Hola a todos de nuevo. ¡Me alegro de veros!

Seguro que muchos de vosotros (y si no, me encargo yo de contarlo) conocéis el museo Fundación Antoni Tàpies, centro cultural situado en la ciudad de Barcelona. Está dedicado principalmente a la vida y la obra del pintor español Antoni Tàpies. Además de las exposiciones permanentes dedicadas al pintor barcelonés, el museo realiza numerosas exposiciones temporales que abarcan todos los géneros artísticos. Destaca también la biblioteca, especializada en arte moderno, y que está considerada como una de las más completas del mundo en su género. Además, en su sótano guardan la colección particular del artista, compuesta por diversas obras de arte de todo tipo destacando Picasso, Goya o Miró. Un buen lugar para visitar.

Mira tú por donde, mirando cosas para ver en Barcelona, me informé de este museo, y por casualidad, leí que el arquitecto del edificio fue un tal Lluís Domènech i Montaner. ¿Cómo? ¿Qué asimilaba mi cabecita? ¿Los apellidos Domènech y Montaner juntos? Ahora que conozco un poco más sobre algunas editoriales españolas importantes, y una de ellas era la gran Montaner y Simon, y por otro lado Domènech, de mi amada Arte y Letras.

Antigua Montaner y Simon, actual fundación Tàpies


Pues sí, la conclusión, refutada después por internet fue la siguiente: la sede de la fundación Tàpies es el mismo edificio construido para la editorial Montaner y Simon. ¡Toma casualidad! El edificio fue construido entre 1881 y 1885 y fue declarado Monumento Histórico en 1997. La Montaner i Simon fue una de las editoriales más importantes de España durante la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. Fundada por Montaner i Vila (1832-1921) y Francesc Simon i Font (1843-1923) en 1861, la editorial, que se convierte en poco tiempo en la de mayor envergadura de España. Entre sus publicaciones destacan obras monumentales en varios volúmenes, como la Historia general del arte, la Biblioteca universal ilustrada, o el Diccionario enciclopédico hispano-americano de ciencias, artes y literatura.

Quien pueda hacerse con uno de sus libros(los hay desde el más barato a lo más caro) podrá constatar la calidad de su trabajo, desde la esmerada encuadernación al contenido en sí, tanto el texto como las ilustraciones, algo muy común en sus obras, los más importantes firmados, por ejemplo, por Gustave Doré, como su Divina Comedia, de la cual, un humilde servidor dispone de un ejemplar (este es un poco exclusivo). En mi pequeñísima biblioteca también destaco la Historia de las Creencias, un estudio de cómo surgen éstas en la vida del hombre desde las raíces.








En fin, os he dejado algunos ejemplos de libros preciosos de Montaner y Simon, y el próximo post, lo dedicaré a mi querida Divina Comedia. Sólo por dar envidia.

¡Saludos!

domingo, 28 de febrero de 2016

¡Salvemos al Patito Feo! (Hans C. Andersen)

Hola a todos de nuevo.

Esta entrada del blog corresponde, primero al vicio y a los caprichos, porque fue ver un libro y desearlo, y segundo, a la niñez, ¿los niños de ahora conocen algo distinto a Pocoyó, Hora de Aventura, Bob Esponja o similares? Aquí lanzo mi reivindicación: ¡arriba el patito feo!

Sobre todo: hay que conocer los clásicos, no los desvirtuados por Disney (ya habrá tiempo para esto en otro blog). Uno de estos pilares es el danés Hans Christian Andersen, lector de Shakespeare, autor de cuentos como El traje nuevo del Emperador, La sirenita, Pulgarcita, El patito feo o El soldadito de plomo. Estos son sólo una muestra de los 212 que llegó a escribir. Algunos de ellos han trascendido la propia autoría de Andersen y se recuerdan como parte de la cultura de occidente. Curiosamente, Hans Christian nunca pudo cumplir su verdadero sueño: ser cantante de ópera, y tampoco ser reconocido por sus novelas, pero un amigo suyo le animó, tras leer sus obras y cuentos, a que se decidiera por estos últimos “ya que las novelas le harían famoso, pero los cuentos inmortal”.  

Sus personajes son desdoblamientos de él mismo: luchadores empecinados, que no se quejan de las dificultades por las que tienen que pasar, fieles a sus propósitos e ideales, como El patito feo, metáfora autobiográfica. Muchos de sus cuentos han sido inspiración en el mundo del cine, como La sirenita y la conocida película de Disney, incluso también de la famosa estatua que se puede ver en Copenhage.

Deseaba conseguir un recopilatorio, y al final he conseguido uno muy bello, de mi cada vez más apreciada Biblioteca Arte y Letras: Cuentos de Andersen. El libro es tan bonito que se editaron versiones facsímil en 1983 y 1994, de hecho, los Cuentos de Andersen es uno de los libros de Arte y letras que acumulan más ilustraciones, dibujos de gran belleza que contienen detalles macabros para la época, como una calavera al inicio de Pulgarcita. La tapa delantera está decorada con escenas de sus cuentos (unos graciosos ratoncillos en la esquina inferior sostienen un blasón con el nombre del autor), combinando el oro, negro y azul, ilustración realizada por el dibujante Apel les Mestres. Mi ejemplar es la primera edición de la colección (año 1881) por Enrich Domenech. Cuelgo más fotos en mi Facebook.  

Quiero agradecer a la librería J.Cintas, situada en la calle Bretón de los Herreros (Madrid) el trato que me dieron en su tienda, por este ejemplar, por dedicar su tiempo en buscar otro libro que les pedí y por dejarme tocar, abrir y curiosear una de sus joyas: un Quijote de Ibarra del que hablé en un post anterior, un libro con 235 años de historia. Lo reconocí en uno de sus estantes, y el amable librero me lo dejó sin preguntar. Casi me caigo de espaldas.

Pues nada más, voy a disfrutar de este libro que me ha costado tanto conseguir, al menos en el estado que yo deseaba, y voy a sacar a la luz los recuerdos de mi niñez, cuentos que seguramente mucha gente joven ahora desconozca, y que mucho me temo, si no hacemos algo, se pierdan en el tiempo. Eso, o quedaran como sabiduría popular que tristemente no reconocerá el trabajo de Hans Christian Andersen.